Tenia otro Blog mas serio pero no sé hoy me dieron ganas de arrancar con uno en los cuales pueda describir un poco mas esta cotideaneidad tan ciclotímica.

Friday, November 17, 2006

Caminar

De repente se daba cuenta de cosas. Lloraba por dentro, porque por afuera no podía. Se reía eso si, por dentro y por fuera, solo o acompañado, con otros y de otros, de él. Un día caminaba triunfante al ritmo de la música que siempre lo acompañaba y al otro se chocaba con la gente porque no podía mirar para arriba.

La música era su compañera, fiel e incondicional. Lo alegraba, lo hacia recordar situaciones, le permitía concentrase y pensar. Podía buscar mediante la música cualquier tipo de sentimiento y pasar de uno a otro solo con el cambio de la canción que lo acompañaba.

A veces pensaba que estaba loco y le preocupaba. Otras veces tan solo le gustaba estar loco y se lo creía. Hacia uso de eso. Le gustaba tratar a las mujeres en ese personaje. Reforzaba su parte demente, su delirio, esperando la sorpresa y la admiración de su interlocutora de turno. Muchas veces sonaba despojado, sin ataduras, libre, suelto. Otras veces quería tener un rumbo, seguirlo depender de el soportarlo, sufrirlo, descansar.

Creía pero no tanto. Creía en la gente eso si y en lo que creía esa gente. Le gustaba no creer, en el fondo era como sentirse especial. No lo decía mucho, más bien decía que le gustaría creer pero no lo sentía como para llevarlo adelante.

La imagen, la estética casi hasta la frivolidad lo movilizaban. La buena vida lo seducía tanto como para confrontar con su costado sensible. Pretendía equilibrar las dos puntas. Su realidad cotidiana lo ponía más cerca de explotar su costado sensible, pero no se resistía.

Le gustaba la soledad. Se creía solitario y capaz de convivir con ella. Una vez le dijeron que la sostenía porque cuando llegaba al límite lo solucionaba solo con un llamado.

Le gustaba que lo ordenen, pero en realidad se enojaba un poco cuando le marcaban algo sobre lo que él no estaba muy de acuerdo.

Le gustaba el deporte y las letras. Jugaba con esa dualidad de personaje diferente en cada lugar hasta el punto de sentirse muchas veces que no pertenecía a ninguno.

Soñó con ser deportista famoso, académico reconocido, gigoló codiciado, padre de familia ejemplar, magnate excéntrico, músico bohemio, emprendedor admirado, ejecutivo brillante, con una para siempre o con muchas por un momento.

A veces tiene certezas inquebrantables otras dudas devoradoras. Sigue caminando disfrutando de la diversidad y tratando de sacársela de encima.