Participo a ud.
Hoy salí a caminar por Bs As, y me deprimí. La cosa se produjo probablemente porque en pocos días se concreta mi divorcio (luego de más de 6 años). Mi actual pareja, el queridísimo Churu, me abandona para irse a vivir con su actual novia. La división de bienes me tiene algo preocupado, ya que se lleva algunos muebles, la heladera, el lavarropas, la computadora, platos, cubiertos, vasos, la iguana, el pela-papas, la oreja de elefante, algunos cuadros y algunas otras cosas mas.
Salí entonces a caminar hoy sin rumbo fijo. A merodear, más que a pasear. De repente me di cuenta de que mi subconsciente estaba actuando por mi: me vi yendo de bazar en bazar, de mueblería en mueblería, y de Garbarino en Fravega. Me deprimi. 3 lucas por una mesa, 250 mangos una silla, 2 lucas una cama, ni quise mirar heladeras, 5 lucas una computadora, la ropa no la lavo mas. Es insoportable. No puede ser. La concha de la lora. Sera posible que para comprarme una cama tenga que esperar a que una tía con cistitis e incontinencia urinaria decida cambiar su colchón apestado y me lo ceda para que pueda dormir en el?. No. Me niego.
Durante el camino de vuelta a casa (en el cual pise mierda de perro, caninos del orto cada día los odio más), me puse a pensar en como mierda hace la gente. Facil: se casa, hace una lista y santo remedio. Un día de paseo por Garbarino y Flox con una cuenta rellenada por otros. Es fantástico. Pero imposible en mi caso. Por lo tanto, surge la necesidad de pergeñar algún otro plan, que sería algo así:
Empezaría por emitir una buena cantidad de tarjetas que digan: “Watta participa a ud. de su soltería, y lo invita a presenciar la ceremonia… bla, bla, bla….” La ceremonia sería un acto en el que básicamente “no acepto a nadie por esposa hasta que la muerte me borre del mapa”. O sea, me comprometo a no casarme. Tomo la decisión de vivir soltero. Es una decisión tan digna y difícil de tomar como la de comenzar un matrimonio. Igual, si después algún día por una de esos designios perversos y aleatorios de la vida decido casarme, puedo hacerlo. La gente que se casa “hasta que la muerte los separe”, se divorcia con un simple trámite. En este caso, yo me divorciaría de mi soltería con un simple trámite, casándome (llegado el caso extremo).
La ventaja de todo esto, es que les mandaría participaciones e invitaciones a todo el mundo, mis viejos también lo harían, y todas esas personas harían lo que al fin del día es una “vaquita” para equiparme la casa.
Haríamos una fiesta en algún salón (económico), con morfi y chupi y las cosas de siempre: me tiran por el aire, bailamos, vals y toda la bola. Lo mejor de todo es que no se sabe hasta el último minuto, quién mas participa de la noche de bodas. Hay un aire de suspenso en la fiesta (también puedo hacer lista en algún local que se encarga de proveer este tipo de servicio). Igual, lo mas probable es que Mati o Pelu me pidan la suite nupcial para llevarse algo que garronearon en la fiesta (alguna prima, o algo asi).
Pero bueno. Era eso nomás. Que linda que esta Buenos Aires, dicho sea de paso. Salvo por la mierda que pisé y los malditos precios, lo demás está increíble. Cada día me gusta más.
Salí entonces a caminar hoy sin rumbo fijo. A merodear, más que a pasear. De repente me di cuenta de que mi subconsciente estaba actuando por mi: me vi yendo de bazar en bazar, de mueblería en mueblería, y de Garbarino en Fravega. Me deprimi. 3 lucas por una mesa, 250 mangos una silla, 2 lucas una cama, ni quise mirar heladeras, 5 lucas una computadora, la ropa no la lavo mas. Es insoportable. No puede ser. La concha de la lora. Sera posible que para comprarme una cama tenga que esperar a que una tía con cistitis e incontinencia urinaria decida cambiar su colchón apestado y me lo ceda para que pueda dormir en el?. No. Me niego.
Durante el camino de vuelta a casa (en el cual pise mierda de perro, caninos del orto cada día los odio más), me puse a pensar en como mierda hace la gente. Facil: se casa, hace una lista y santo remedio. Un día de paseo por Garbarino y Flox con una cuenta rellenada por otros. Es fantástico. Pero imposible en mi caso. Por lo tanto, surge la necesidad de pergeñar algún otro plan, que sería algo así:
Empezaría por emitir una buena cantidad de tarjetas que digan: “Watta participa a ud. de su soltería, y lo invita a presenciar la ceremonia… bla, bla, bla….” La ceremonia sería un acto en el que básicamente “no acepto a nadie por esposa hasta que la muerte me borre del mapa”. O sea, me comprometo a no casarme. Tomo la decisión de vivir soltero. Es una decisión tan digna y difícil de tomar como la de comenzar un matrimonio. Igual, si después algún día por una de esos designios perversos y aleatorios de la vida decido casarme, puedo hacerlo. La gente que se casa “hasta que la muerte los separe”, se divorcia con un simple trámite. En este caso, yo me divorciaría de mi soltería con un simple trámite, casándome (llegado el caso extremo).
La ventaja de todo esto, es que les mandaría participaciones e invitaciones a todo el mundo, mis viejos también lo harían, y todas esas personas harían lo que al fin del día es una “vaquita” para equiparme la casa.
Haríamos una fiesta en algún salón (económico), con morfi y chupi y las cosas de siempre: me tiran por el aire, bailamos, vals y toda la bola. Lo mejor de todo es que no se sabe hasta el último minuto, quién mas participa de la noche de bodas. Hay un aire de suspenso en la fiesta (también puedo hacer lista en algún local que se encarga de proveer este tipo de servicio). Igual, lo mas probable es que Mati o Pelu me pidan la suite nupcial para llevarse algo que garronearon en la fiesta (alguna prima, o algo asi).
Pero bueno. Era eso nomás. Que linda que esta Buenos Aires, dicho sea de paso. Salvo por la mierda que pisé y los malditos precios, lo demás está increíble. Cada día me gusta más.